Importancia de los criadores populares del perro Mucuchíes

Rubén Alexis Hernández


En el municipio Rangel del estado Mérida, ubicado en los altos Andes merideños, han habido lugareños dedicados desde tiempo antiguo a la cría de una hermosa raza canina, cuyo origen y mayor concentración histórica de ejemplares se circunscribe justamente a la zona, razón por la que se le denominó Mucuchíes. En las últimas décadas la crianza de perros de dicha raza ha estado enmarcada en una difícil situación para la misma, amenazada incluso por la extinción; en este sentido el papel desempeñado por los criadores populares locales en cuanto a la salvación y recuperación del Mucuchíes, ha sido más importante que nunca.

 

Entre tales criadores populares del perro Mucuchíes, todos asentados en el municipio Rangel, vale la pena destacar los siguientes:

 

1.- Gregoriana Ramírez con su Criadero de Gregorita, localizado en el sector El Desecho, Apartaderos, parroquia San Rafael.

 

 

2.- Celestino Sánchez con su criadero ubicado en el caserío La Toma, parroquia La Toma.

 

 

3.-Edgar Albarrán con su Criadero de Albarrán, localizado en la aldea Misintá, parroquia Capital Rangel.

 

4.-Rafael Romero Cadenas con su Criadero del Tejar, ubicado en La Mucumpate, parroquia Capital Rangel. Es uno de los lugareños que lleva más tiempo criando perros mucuchiceros.

 

 

5.-Alfredo Aguirre con su criadero localizado en la aldea Misiguá, asentada cerca de Moconoque, en la parroquia Capital Rangel.

 

Estos criadores han estado vinculados con el Gobierno nacional, específicamente con la Misión Nevado, responsable de un proyecto de preservación del Mucuchíes. Justamente los criadores ya mencionados son importantes para la preservación del Mucuchíes por aspectos como los siguientes:

 

A)        Tienen la infraestructura necesaria para criar y asegurar la reproducción permanente en condiciones adecuadas.

 

B)        Su esfuerzo, debido a la insuficiencia de recursos, para mantener la buena crianza y constante reproducción. En el caso de la alimentación, por ejemplo, y a pesar del alto costo de la vida, estos criadores siempre dan de comer suficientemente a sus perros, gracias en parte a donaciones de restos realizadas por  los carniceros locales.

 

C)        Saben que para preservar al Mucuchíes es fundamental no cruzarlo con otras razas, y en ese sentido no han privilegiado la parte económica sobre la importancia de mantener la caracterización fisonómica de nuestra raza nacional.

 

D)        Su contribución a la socialización histórico-cultural acerca de la importancia del Mucuchíes,  no solo por el conocimiento de la historia de esta raza canina, sino porque están conscientes de su importancia en varios ámbitos, tanto para los pobladores de Mucuchíes como para el resto de los venezolanos. Estos criadores saben muy bien que por ser la raza canina típica de Venezuela y por haber tenido un glorioso pasado, encarnado en Nevado, merece ser valorada con especial consideración.

 

Ahora bien, cabe destacar aquí el papel desempeñado por Edgar Albarrán, el más conocido de los criadores locales. Este personaje, oriundo de Misintá, es criador desde el año 2005, tiene la mayor cantidad de perros entre cachorros y adultos, aparece fotografiado en numerosos afiches y pendones relativos a promociones turísticas, y ha recibido reconocimientos oficiales por su labor en pro de la preservación del perro Mucuchíes. En cuanto a esto último, Albarrán lo ha hecho de forma desinteresada en medio de dificultades económicas y de otra índole. Entre otras cosas diseñó un criadero con características especiales para que los perros se mantengan bien cómodos y aseados, y tiene en mente establecer un museo sobre la raza Mucuchíes y su historia.  Es tan conocido Edgar en el municipio Rangel y en el resto de Venezuela, que referirse al perro Mucuchíes es casi hacer referencia obligada a este criador.

 

De Edgar Albarrán es relevante mencionar su conocimiento amplio de la historia de la raza Mucuchíes, particularmente la del perro Nevado, famosa gracias en buena parte a la pluma del escritor Tulio Febres Cordero, autor de la leyenda histórica El Perro Nevado. Sobre dicha historia hace referencia Albarrán de manera cotidiana en el monumento a Nevado en Moconoque y en diversos actos públicos, tales como la conmemoración anual del paso de Bolívar por la población de Mucuchíes en junio de 1813, fecha en la que le fue obsequiado Nevado al prócer caraqueño, y la celebración de la declaración oficial del Mucuchíes como raza típica de Venezuela, cada 31 de agosto. En estos y otros actos Edgar representa al “indio” Tinjacá, criador de Nevado, vestido a la usanza indígena de la época colonial merideña. 








Edgar Albarrán con sombrero y ruana roja. Archivo fotográfico de Edgar Albarrán, 17-06-2017


A manera de conclusión, señálese que los criadores populares del municipio Rangel son bien importantes
para la preservación de la raza canina Mucuchíes, luchando día tras día por el bienestar de los perros y
difundiendo su importancia histórico-social. Ciertamente su labor la desarrollan en medio de diversas
dificultades, particularmente de orden económico, y en este sentido es necesario el apoyo permanente,
tanto del Gobierno venezolano como de toda aquella persona o institución privada interesada en un futuro
más que promisorio para el perro típico nacional.

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